lunes, 28 de septiembre de 2009

TU AMOR NO ME LLENA...




Pensando en el descenlace del post anterior, de lo que ya ha pasado bastante tiempo, acudí a una de mis lecturas para encontrar un relativo consuelo en una página de Walter Riso que describe -a mi criterio- con bastante certeza ciertas situaciones que se dan en algunas parejas, antiguas o nuevas... o por formarse.

Siempre pensé y sentí, que la "afinidad electiva" no se razonaba mucho y que había una dosis muy alta de un impulso poco premeditado. Sin embargo, Rizo me hace reflexionar al respecto y creo que podemos compartir esas líneas para vivirlas como un tema que se presta a distintas interpretaciones.

Dice así:

"La insatisfaccíón afectiva se la conoce como el "síndrome del barril sin fondo": hagas lo que hagas, ella o él siempre querrán más y mejor. Lo que guía la relación no es la alegría de que el otro exista, sino una profunda insatisfacción afectiva. Es verdaderamente angustiante sentir que no podemos llenar las expectativas de la persona que amamos, llámese pareja, padres o amigos. En realidad, si estás con una persona afectivamente exigente, no es que "tu amor" no le llene, sino que "ningún amor" le resultará suficiente.

La idealización y la necesidad de saberse amados es tanta que jamás se llega al nivel esperado. Un hombre se quejaba en una cita: "Ya no sé qué hacer, nada la satisface, siempre quiere más y más." Un día después, la esposa me comentaba entre lágrimas: "No puedo vivir de esta manera, me falta amor." Dos frustraciones entrelazadas que se ahogan mutuamente.

En la mayoría de las personas con este estilo, la necesidad de ser amadas funciona como una espiral ascendente, típica de los trastornos adictivos: "Cada vez que me dan amor, confirmo que valgo la pena y soy un ser maravilloso; luego, cuanto más me amen, mayor será mi grado de satisfacción. Por lo tanto, quiero más." En consecuencia, si les falta la dosis de "amor" adecuada, saldrán a buscarla en otra parte. El mejor postor afectivo, que más se desmadeje ante el encanto seductor del exhibicionista, será quien tendrá mejores opciones de conquista.

Entre una relación apasionada que asfixie y una que libere, aunque la pasión no sea de película, algunas personas prefieren la segunda opción. Y para otros muchos es más importante la taquicardia y el arrebato, donde prime la sensación por encima de todo: enamoramiento, más que amor."

Con el afecto de siempre.