jueves, 10 de junio de 2010

DEBO CONFESARLO...



Hace días que deseo escribir algo sobre el momento que estoy viviendo y, realmente, no encuentro las palabras apropiadas para expresarlo. Y como me ha pasado muchas veces, me puse a ordenar la biblioteca que era un verdadero caos porque hacía meses que los libros se amontonaban en desorden. Al tomar uno de ellos, lo veo a Sábato en la tapa, pensativo y con un dejo de tristeza en sus ojos. Se trataba de "España en los diarios de mi vejez"*, lo abro y comienzo a leer lo siguiente en la página 74 que, en algún momento, le dejé una nota que decía:"Recordar". Y bueno, me pareció que en esos breves párrafos se expresaba lo que yo con tanto ahínco buscaba expresar en palabras.

Dice así:

"Debo confesar que durante mucho tiempo creí y afirmé que éste era un tiempo final. Por hechos que suceden o por estados de ánimo, a aveces vuelvo a pensamientos catastróficos que no dan más lugar a la existencia de los hombres sobre la tierra. Pero la vida es un ir abriendo brechas hasta finalmente comprender que aquél era el camino.

Y entonces vuelve a sorprenderme la capacidad de la vida para encontrar resquicios donde seguir creando. Esto es algo que siempre me deja anonadado, como quien bien comprende que la vida nos rebalsa, y sobrepasa todo lo que sobre ella podamos pensar.

Desde su raíz oscura, la vida busca un lugar donde volver a nacer. Y en tiempos de catástrofes como es el nuestro, los hombres se ven obligados a demostrar cuántos de ellos conservan aún su pertenencia a lo genuino, a lo humano.

Sólo el que lleve en sí al menos una mínima parte de la raíz primordial será capaz de guardar aquel manantial oculto del que surge el coraje para seguir luchando."

Sigue una referencia a Jünger, que omito, y continúa escribiendo Sábato:

"En medio del miedo y la depresión que prevalece en este tiempo, irán surgiendo, por debajo, imperceptiblemente, atisbos de otra manera de vivir que busque, en medio del abismo, la recuperación de una humanidad que se siente a sí misma desfallecer."
Con el afecto de siempre. Adalberto.
*España en los diarios de mi vejez" Seix Barral.Ed. 2004.





jueves, 3 de junio de 2010

NECESITO CONTARLO



He pasado muchos meses sin escribir en el blog, pero de alguna manera quiero contarles lo que ocupa mis pensamientos en estos momentos. Reconozco que no es agradable escuchar a alguien contar su dolor, pero anoche no podía dormirme recordando a mi hermano, a quien ya no tengo a mi lado y con quien compartí tantos momentos agradables, otros tristes y otros difíciles. De pronto, recordé el blog y me dije: aunque a él no le gustaba mucho esta práctica, esta sería una forma de prolongar su recuerdo. Lo siento porque éramos los dos últimos de siete, él era un año menor que yo, de manera que he quedado solo en mis recuerdos y mirando solitario ese mar al que él quería volver cuando ya no estuviera con nosotros.

Nuevamente, les pido perdón por esta debilidad, pero ya me siento mejor después de haber compartido estas breves líneas que me permitieron comprender que el recuerdo es el mejor camino que debemos recorrer para seguir amando.

Con el afecto de siempre.